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Comprender el desarrollo humano desde sus primeras etapas: una mirada desde la psicología



 El desarrollo humano es un proceso fascinante, complejo y continuo que comienza incluso antes del nacimiento y se transforma con cada experiencia vivida. Comprender sus primeras etapas nos permite no solo apreciar los pequeños logros en los primeros años de vida, sino también identificar señales de alerta que podrían requerir atención profesional.

En este artículo, exploramos algunas de las principales teorías psicológicas que explican cómo se forma nuestra personalidad, cómo aprendemos y cómo nos relacionamos desde la infancia, así como los hitos clave que marcan el desarrollo de un niño durante sus dos primeros años.

Las teorías que explican nuestro desarrollo

El estudio del desarrollo ha sido abordado desde distintas perspectivas teóricas, cada una con un enfoque particular sobre los mecanismos del cambio y el papel de los factores internos y externos. Entre los marcos más influyentes se encuentran:

1. Freud y el desarrollo psicosexual

Freud propuso que nuestro desarrollo está marcado por etapas centradas en distintas zonas erógenas. Desde la fase oral hasta la fálica, estas etapas influyen en nuestra personalidad adulta. Problemas no resueltos en alguna etapa pueden generar fijaciones, como ansiedad o conductas repetitivas.

Freud plantea que el desarrollo humano está determinado por la resolución de conflictos psíquicos en distintas etapas psicosexuales, donde la infancia desempeña un papel crítico. Erikson amplía este enfoque con su teoría del desarrollo psicosocial, en la cual cada etapa vital implica una tarea o crisis que debe resolverse para un desarrollo saludable. En la infancia temprana, destaca la dicotomía confianza vs. desconfianza, vinculada al establecimiento del apego y la seguridad emocional.

2. Piaget y el desarrollo cognitivo

Jean Piaget explicó cómo los niños construyen su conocimiento a través de la interacción con su entorno. Destacó funciones como la asimilación y la acomodación, esenciales para adaptarse y aprender. En los primeros años se destacan las etapas sensorial-motriz y preoperacional, donde el pensamiento simbólico comienza a florecer.

3. Erikson y el desarrollo psicosocial

Erikson centró su teoría en los conflictos que enfrentamos en cada etapa de vida. En la infancia, la confianza, la autonomía y la iniciativa son esenciales para una personalidad sana. Resolver estos conflictos de forma positiva fortalece nuestras capacidades sociales y emocionales.

4. Vygotsky y el enfoque sociocultural

Para Vygotsky, el entorno y las relaciones sociales son claves para el aprendizaje. Introdujo conceptos como la Zona de Desarrollo Próximo, que subraya la importancia del acompañamiento adulto en el proceso de aprendizaje.

5. Bowlby y la teoría del apego

Bowlby explicó cómo el vínculo afectivo con nuestros cuidadores define la forma en que nos relacionamos con los demás. Un apego seguro brinda al niño una base para explorar el mundo, mientras que los estilos inseguros pueden generar relaciones problemáticas en el futuro.

Principales logros del desarrollo en los primeros dos años

Durante esta etapa, el niño experimenta avances impresionantes a nivel:

  • Motor: desde sostener la cabeza hasta correr y subir escaleras.

  • Cognitivo: desarrollo del pensamiento simbólico, lógico y causal.

  • Lenguaje: desde las primeras vocalizaciones hasta frases complejas.

  • Socioemocional: comienza a identificar emociones propias y ajenas, mostrando empatía y autonomía.

  • Relacional: desde reconocer la voz materna hasta interactuar con juegos de roles en grupo.

Signos de alerta a tener en cuenta

Observar el desarrollo también implica estar atentos a señales que pueden indicar un retraso o dificultad. Algunos ejemplos incluyen:

  • No sonreír socialmente después de los tres meses.

  • No balbucear o imitar sonidos después de los seis meses.

  • No caminar sin ayuda pasados los 18 meses.

  • Falta de interés por el entorno o por interactuar con otros niños.

Detectar estos signos a tiempo permite brindar apoyos oportunos y mejorar significativamente la calidad de vida del niño.

Conclusión

Comprender las etapas del desarrollo humano desde un enfoque integral biológico, psicológico y social es fundamental para cuidar mejor a nuestros niños y niñas. Cada teoría aporta una pieza valiosa del rompecabezas y nos permite acompañar de forma más consciente, empática y amorosa este maravilloso viaje de crecer.

Las teorías clásicas, aunque diversas en sus supuestos, coinciden en subrayar la importancia de las experiencias tempranas como base del desarrollo posterior. Por tanto, el análisis teórico debe complementarse con una mirada crítica y contextualizada, que reconozca la influencia de las prácticas culturales, la estructura familiar y las condiciones socioeconómicas en la construcción del desarrollo humano.


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